Es viernes, esta mañana he pasado un examen decisivo y le he dicho a mi chico ‘anda, vámonos a comer por ahí, celebremos por fin las vacaciones’. He cogido mi lista de sitios pendientes de probar, y me he decidido por el ‘nonno, momentos gustosos’ mm.. sugerente, eh? Me habían dicho ‘es bonito, se come bien y está bien de precio’. Bueno, pues no arriesgábamos mucho, así que he llamado a eso de las 13:15 para ver si había que reservar para dos, y me han dicho que no, que no habría problema. Lo hemos encontrado enseguida, está cerca del cruce de Peris y Valero con Antiguo Reino de Valencia, en la calle Císcar, 56. En un primer momento, hemos pasado por delante y no lo hemos visto, la verdad es que la fachada no anuncia el interior.
El interior es un comedor como para 50 personas, decorado en un estilo bastante actual, ambiente chill-out, la música también, bola de discoteca en el techo, vajilla de diseño moderno, los bajoplatos son como las alfombrillas de los ratones. La carta es sólo una lista de ésas como de una heladería, y ofrece ensaladas, ‘enrollados‘, y no más de 10 platos de todo tipo: pasta, pescado, verduras y carne. También había la posibilidad de elegir 2 menús, uno de 12 y otro de 16 euros, ambos de 2 platos, postre y café.
Mientras decidíamos, hemos pedido unas cervezas y nos han traído también unas papas, un detalle. Dado que era la primera vez que íbamos, decidimos pedir a la carta para probar más cosas. Hemos pedido para compartir la ‘ensalada fresca a la vinagreta de miel’ y un ‘enrollado de jamón, patatas, nueces y camembert’. Después, un plato para cada uno: mi chico unos ‘tagliatele al salmón y no-recuerdo-qué’ y yo unos ‘saquitos de tempura de verduras y gambas’.
Hemos tenido que esperar un poquito más, y el chico que nos servía, simpático y con ganas de agradar, nos ha traído otro bol con papas. Enseguida nos ha traído ya la ensalada. De los vinos no puedo decir, porque hoy sólo hemos tomado cervezas.
La ensalada, buenísima; el enrollado, también. La presentación de los platos, estupenda, de cocina creativa. Sin embargo, algún plato desportillado desmejoraba la impresión. Cuando hemos llegado a los segundos platos, ya no teníamos mucha hambre, pero aún así no nos hemos rendido. Mi plato me ha encantado: eran 3 saquitos de pasta fina y crujiente rellenos de espárragos, queso y gambas, sobre todo, y en el centro del plato unos canónigos aderezados con una vinagreta. A mi chico, que tiene buen saque, también le ha gustado su pasta, y aunque no parecía que había tanto, era una fuente mágica: el pobre no paraba de comer y aquello no se terminaba! Finalmente, hemos querido dejar un hueco para probar algún postre, y el camarero, simpáticamente, nos ha hecho notar, señalando los platos ‘*eeso no se haace..*’
De postre hemos tomado un ‘mousse blandito de chocolate negro’ (también lo había blanco), estaba muy rico y acompañaba el plato una mermelada de frutos rojos con trocitos.
La cuenta viene en un estuche original, que no voy a desvelar para dejar alguna sorpresa, pero no hay que preocuparse por el precio, asequible: 2 cañas, 3 tercios, 4 platos, 1 postre y 1 café, 49 euros.
Servicio amable, local moderno, cocina creativa y abundante, y precio asequible, hacen justicia a su slogan: ‘momentos gustosos’. Muy recomendable, ciertamente, uno de esos sitios que merece probarse.
Tlf: 96 325 09 49