Está situado por la zona de Campanar. El local es pequeño, informal y agradable, con unas mesitas en la puerta, tipo cafetería. Al pasar por la puerta no se podría adivinar una cocina tan especial, aunque nosotros teníamos expectativas, por lo que habíamos leído. Fuimos a cenar y nos dejamos llevar por el menú degustación, compuesto por 7 tapas, una carne y minipostres, todo por 20 euros. El servicio muy amable, y el ritmo adecuado. -Crema de queso con tomate y orégano con rosquilletas. -Jamón sobre una masa fina, crujiente -Tartar de atún con espuma de mostaza -(una que no me acuerdo, ups, el alzheimer) -Mejillones en vaporera con su agua -Patata con crema y especias latinas -Bocata de calamares y espuma de allioli con pan de cristal -Rollo de pollo con salsa -3 minipostres: de minifruta con salsa, espuma y crujiente de caramelo-turrón y coulant de chocolate

Todo todo estaba riquísimo, para mí a destacar el tartar de atún con mostaza, delicioso. Y la presentación de cada tapa, de foto.

Para el niño resolvieron un menú con su entrante de tabla de jamón en forma de aritos, y un plato de pollo confitado con patatas, y sus minipostres, con sorpresa de PetaZetas de chocolate.

Todo regado con cervezas. Muy buena RCP, quedamos encantados. Cocina creativa y de diseño a precios low cost. Para repetir, porque los menús varían, y también tienen menú de día. Volveremos, seguro.

Restaurante CIRO Pza. Papa Juan Pablo II, nº4 Tlfs. 963 467 807 / 696 949 033

Buscando un restaurante recomendado, encontramos éste y decidimos ir a conocerlo.

Se encuentra en el barrio de Torrefiel, en un entorno poco favorecedor. Sin embargo, merece la pena seguir el GPS y acercarse.

El local es discreto, sin pretensiones, bien. A su favor, mesas amplias y buena cristalería. Buen trato y buen ritmo del servicio.

Tienen un menú degustación por 22,50 euros, pero esta vez elegimos a la carta.

De entrantes, para compartir:

• Ensalada con lascas de pato, y queso. Muy buena, variada, con hojas de diferentes sabores y aromas.

• Taco de foie sobre mango temperado con reducción de marsala y confitura de rosas. Al leer foie uno puede pensar en el micuit, pero éste es hígado frito. Delicioso, aunque se queda un poquito corto para compartir.

Como platos fuertes, acompañados de patatitas..

• Un entrecotte con unas gotitas de Lagavulin, en una copita aparte.

• Un solomillo (¡espectacular!), con una salsa de queso suave y deliciosa, también servida aparte.

De postre, texturas de chocolate, para compartir.

Tienen una buena carta de vinos, aunque esta vez nos conformamos con una copa.

Con cervezas y un par de copas de vino, 72 eur. Muy buena RCP, especialmente la de las carnes. *Más bien ke mal.. *

malkebien restaurante
C/Santo Domingo Savio, 39 bajo
46019 – Valencia
Tfno.: 96 366 17 80

La siguiente parada en nuestra pequeña escapada de fin de semana es en Becerril de la Sierra, un pueblecito cercano a Navacerrada, a unos 40 Km. de Madrid.

El hotel, tres estrellas, es muy acogedor. Cogimos la Royal Suite por 99 € (sólo si reservas por la web) y es exactamente como aparece en las fotografías de su página web, preciosa. Nos esperaba una botella de vino tinto en la habitación a modo de bienvenida.

El restaurante del hotel ofrece menú de fin de semana. Por 20 € el menú incluía de primeros platos al centro:

• Judiones de la Granja
• Pulpo salteado con setas
• Revuelto de habitas baby con morcilla y piñones
• Ensalada de cogollos con anchoas

Y el segundo, a elegir entre Rabo de Toro al vino tinto, entrecot a la brasa y bacalao en salsa verde con almejas. Tres postres: tarta de queso con arándanos, melón al ron y arroz con leche. El menú también incluía la bebida, el vino tinto de la casa (Rioja) estaba bastante bueno, y los cafés.

Los platos eran generosos y estaban muy buenos. Magnífica relación calidad/precio.

Hotel Las Gacelas

Paseo de San Sebastián, 53
(Becerril de la Sierra)
Tel.: 91 853 80 00

Estamos de nuevo en Madrid, esta vez en la zona de Moncloa. Hay multitud de opciones por aquí, pero nos llamó la atención “El Tendido”. Se trata de un local similar a Casa Sierra en el que estuvimos la última vez. Ambiente taurino. El local no es muy grande, por lo que sin reserva olvídate de sentarte en una mesa. La barra de la entrada invita a cenar de pie de picoteo. No obstante, teníamos mesa reservada, será que nos hacemos mayores.

La carta tiene gran variedad de platos. Nosotros pedimos:

• Berenjenas rebozadas a la miel
• Bienmesabe en adobo (cazón)
• Payés de foie fresco con reducción de Pedro Ximénez
• Huevos rotos con jabugo y pimientos del Padrón

Todo estaba muy bueno y muy bien presentado. Nos gustaron especialmente las berenjenas y el payés de foie. Los huevos rotos estaban buenos pero nos gustaron más los de Casa Sierra. También a destacar el servicio, muy atentos, y cambio de vajilla y cubiertos en cada plato.

Salimos, bebiendo cervezas (4) y cafés, a 30 € por persona. Lo recomendamos.

Justo enfrente está el Tendido 2, que nos pareció desde fuera más grande pero con menos “ambiente”.

El Tendido.
Taberna Restaurante
Andrés Mellado, 20.
Tfno.: 91 544 88 88

Tantos buenos comentarios hemos leído sobre el menú Rías Gallegas, que en la primera ocasión que hemos tenido hemos aprovechado para ir a probarlo.

Las maderas de castaño en suelo y paredes contribuyen a la elegancia del restaurante, y hay buen espacio entre las mesas.

Los entrantes consisten en empanada gallega, pulpo y, lo que más nos gustó, un crujiente de viera y cocochas. Todo ello, teniendo en cuenta que es un menú degustación, en cantidades pequeñas.

A continuación hay que elegir un plato de cuchara, de entre cuatro posibles. Nos gustó la crema de boletus con aceite especial. Después a elegir carne o pescado, dos opciones de carne y cuatro o cinco de pescado. Muy bueno el lomo alto de buey, y bueno el rape con foie. Lo regamos con un tinto de Alicante muy bueno: Beryna selección 2005.

De postre un delicioso cremoso de chocolate, aunque más nos gustó el bombón con sal Maldon de los petit fours, sorprendente.

Precio del menú sin vino: 32 eur/pers.

Restaurante Rías Gallegas
C/Cirilo Amorós, 4
Tel. 96 352 51 11

Han pasado muchos meses desde nuestro último post. El motivo ya lo sabéis :).

Durante estos meses cuando hemos salido a comer, o bien hemos repetido algunos de los que ya habíamos publicado en nuestro blog, o simplemente que con niño es difícil “disfrutar” la comida.

Esta vez, aprovechando un viaje de trabajo a Madrid, hemos hecho una escapadita nocturna para ir a cenar a un restaurante que nos habían recomendado gente de allí.

Se trata del Bar Casa Sierra, próximo a La Monumental. Se trata de un local de ambiente taurino. Según nos han comentado, hay dos o tres más en Las Ventas del mismo estilo. El local está “forrado” con fotos del mundo del toro: toreros, carteles e incluso cuelga alguna cabeza de toro.

La carta tiene una amplia variedad de tapas que se pueden pedir como raciones o medias. Para dos recomendamos pedir “media”, ya que son bastante generosas y así se pueden probar más platos. Nosotros pedimos:

• Patatas a  la Yema … O sea, patatas a lo pobre con huevos rotos y jamón ibérico cubriéndolo todo. Es la especialidad de la casa y es imprescindible pedirlo.
• Patatas a la Yema con Morcilla… Igual de bueno que el anterior. He encontrado este video donde sale el dueño preparando el plato en el restaurante.
• Tortillitas de camarones. Muy buenas, nos recordó la primera vez que las probamos en el Puerto de Santa María y que aún tenemos que encontrar un sitio donde las hagan igual. Estas estuvieron cerca.
• Jamón. Buena calidad y cantidad.
• Queso de romero. Muy bueno también.

El rabo de toro también nos lo recomendaron pero ya no entraba nada más.

Con cervezas, vino de la casa y cafés salimos a 30 € por cabeza. Hay que tener en cuenta que es un local “especial”, bastante pequeño pero acogedor. Conviene reservar.

C/ Villafranca, 11
28080 Madrid
Telf. 91 355 10 29

Gloria Bendita, tan andaluz como Carmen y Luis, que regentan este restaurante con mimo.

Comimos de tapeo, todo al centro:** tortillas de camarones, **ensalada tibia marinera de pasta con gambas, tellinas **(buenísimas) y **bandeja de fritura de pescado. Íbamos a tomar la bandeja de verduras a la plancha, pero ya no cabía.

Todo estuvo muy bueno y las raciones para 4 personas, generosas.

De postre probamos el flan Gloria Bendita, que sabe a lo que su nombre indica, y cuya receta me llevé, pero no puedo desvelar, jeje

No puedo juzgar el precio, porque fuimos invitados por nuestros amigos, Inma y Javi, pero a buen seguro que está bien.

Pza Corbeil Essones, 1 bajo
Alzira (Valencia)
96 241 26 99

El restaurante está situado al final del paseo, de cara al mar, y aunque no tenga vistas, sus paredes acristaladas le confieren luminosidad al interior. El local es amplio, con salas para fumadores y no, y se guarda un espacio adecuado entre las mesas. Me gusta el ambiente del local y además suele ser tranquilo, hoy más aún, ya que dada la fecha no estaba lleno.

De primeros tomamos chipirones a la andaluza y ensalada de langostinos con virutas de jabugo, muy buenos, me gusta especialmente esa ensalada.

Después una paella de marisco, muy buena también.

El personal de la sala, correcto.

No tomamos vino ni postres.

Con un par de cervezas cada uno, salimos a 33 eur/pers.

Avda. Blasco Ibáñez, 1 Canet d’En Berenguer (Valencia) 962 608 432

Para celebrar San Valentín, visitamos por 2ª vez el Restaurante La PiTaNzA en el barrio del Carmen.

Para esta noche, además de la carta, han elaborado un menú especial por 40 € incluyendo bebida, compuesto por 3 entrantes, 2 platos principales y postre.

El comedor estaba completo, casi todo parejas dada la fecha, pero la buena disposición de las mesas garantiza un poco de intimidad en la conversación.

De los entrantes nos gustó especialmente el Canelón trufado de setas, muy bueno y de buen tamaño. De los principales, nos gustó tanto el Tartar de atún rojo a las dos mostazas como la Carrillada ibérica estofada a fuego lento con patatitas. Ambos estupendos.

Acompañando los primeros sirvieron Viña Clavidor, el primer vino de hielo español con D.O. Rueda, buenísimo. Con la carne, Martín Berdugo de la Ribera del Duero. El servicio de sala, además de amable, estuvo siempre atento a las copas.

De broche, un cava valenciano: Carlota Suria Brut. Perfecto para brindar por el amor tras una cena encantadora.

c/ Quart, nº 5 Valencia 96 391 09 27

Restaurante de cocina sencilla, donde priman la materia prima y la buena mano en la plancha. El local es agradable y tiene buena disposición de mesas, con aforo como para unas 40 personas. Por sugerir algo, le daría calidez una música suavecita de fondo.

No tienen carta, tampoco de vinos.  De los vinos valencianos que nos ofrecieron, elegimos un **Nodus Reserva de Autor 2006 **(18 €).

El jefe de sala se acerca mesa por mesa para ‘cantar’ con entusiasmo las posibilidades gastronómicas del día.

De primero tomamos un tomate Raff con punta de espárragos, anchoa y unas tiritas de pimiento y berenjena, y un revuelto de boletus y jabugo. Todo muy bueno.

De segundos, avisados de que las carnes no son muy grandes, tomamos chuletón de Lugo y solomillo. Ambos a la plancha, en su punto.

De postre un milhojas de crema y chocolate, a compartir. Buena ración, muy bueno.

Buen servicio, atención y muy buen ritmo entre platos.

Salimos a 46  eur/pers. Eché en falta la carta: sin conocer los precios no se tiene toda la información para elegir. De haber sabido que el solomillo costaba 24 euros, tal vez hubiera optado por un pescado.

Archiduque Carlos, 1 (esq. Avda. del Cid)
963 843 545
Valencia

Durante meses hemos ido visitando multitud de restaurantes de todo tipo: arrocerías, asadores, italianos, gallegos, cocina creativa,  etc. Desde hace un par de meses, por los motivos que comentamos en un post anterior, hemos tenido que tomarnos un descanso obligado.

Con motivo del nacimiento de David, queríamos reunir a la familia más cercana e irnos a comer todos juntos para celebrar que somos uno más en la familia.

La verdad es que a la hora de elegir restaurante lo teníamos bastante difícil; no por falta de opciones,  todo lo contrario. A lo largo de los últimos años hemos visitado numerosos lugares dignos de volver en tan señalada ocasión.

El caso es que al final nos decidimos por ir al Restaurante “Robert” en El Saler. Sabíamos que era una apuesta segura pues es de los pocos sitios que hemos repetido varias veces. Ya no es que la calidad y cantidad de los que sirven sea fenomenal, sino que la atención cercana, sincera y profesional de “Robert” y su gente invita a volver una y otra vez.

De entrantes, como siempre, nos dejamos aconsejar. Nos sacaron calamar, ensalada tibia con cebolla caramelizada, queso Camembert y Jabugo, y empanada de morcilla con queso manchego muy rica. De plato fuerte tomamos arroz a la marinera, buenísimo. El caldo con “sabor” como tiene que ser. Lástima que, a pesar de que algunos éramos de buen comer, sobró gran cantidad (no volverá a pasar). Los postres todos muy buenos a elegir cada uno el que quiso: brownie con helado de vainilla, helado de violeta, sopa de chocolate blanco, flan de café…

El vino fue Nodus Reserva Familiar… perdí la cuenta de las botellas.

Cafés, copas y hasta champagne por un precio similar al de otras veces que hemos ido; y eso teniendo en cuenta que esta vez éramos 15 personas.

De regreso, puesta de sol en la Albufera… Gracias al padrino, Edu, Vanesa y el resto de la familia por un día tan estupendo!

Durante la comida salió el tema de cuáles eran nuestros restaurantes preferidos… creo que eso merece su propio post y que habrá que hacerlo por tipos de cocina y precios (próximamente . En cualquier caso, baste decir que en las próximas ocasiones repetiremos en La PiTaNza, El Mornell y por supuesto al “Restaurante Robert”.

Durante los próximos meses (espero que pocos), me temo que no vamos a salir mucho a cenar como veníamos haciendo hasta ahora. Tenemos una razón de peso. Exactamente de 3.700 gramos. Esta:

Tenemos la suerte de que no es muy llorón, así que en cuanto sean un poco más previsibles sus necesidades, empezaremos a salir con él a comer por ahí.

Hasta entonces, nuestra lista de sitios por visitar seguirá creciendo…

Restaurante familiar donde se sirven especialidades gallegas. El local es reducido, conviene reservar por anticipado. Sin contar unas mesas que tienen en la acera, el interior tiene capacidad como para unas 30 personas. Sin embargo, la cocina debe ser muy grande para preparar raciones tan hermosas. Especialmente las carnes, muy buenas, y los pescados que vimos pasar también se metían por los ojos.

La chica que nos recibió, encantadora, nos atendió con trato cercano y con ganas de agradar. No nos ofreció la carta, pero nos contó las especialidades y nos sugirió según nuestros gustos.

De entradas tomamos la empanada gallega, buena, 2 vieras con crema de yogurt y ensalada del mar, muy buenas, y pulpo a feira, **muy bueno. Todo servido en buenas raciones. Después compartimos un *peaso ***chuletón de ternera gallega al punto, con guarnición de verduritas. También vimos servir algún solomillo y entrecot, y todos eran raciones generosas y muy bien presentadas, así como los pescados. Después de servirnos y trincharnos la carne, se interesaron por saber si era de nuestro gusto y si estaba bien de punto. Igualmente, al final de la cena nos preguntaron si todo había estado bien.

Tienen una amplia variedad de vinos, que también sirven por copas. Al postre ya no pudimos llegar, ya no cabía.. y nos invitaron a unos chupitos de licor helado, a elegir. Salimos a 37 eur/pers. Nos pareció buena RCP, dada la calidad y la cantidad de lo que tomamos. Para volver.

C/ Hugo de Moncada, 3 (por la antigua estación de madera)
Valencia
96 369 05 66 – 615 88 17 29

Se trata de una cadena que funciona en franquicia. Nosotros estuvimos en el establecimiento que tienen en Alzira (Valencia). El diseño y la decoración recrean los tiempos dorados de la Mafia siciliana, pero con un aspecto  de modernidad, con mucha luz y mesas grandes.

La carta ofrece comida italo-mediterránea, con referencias para complacer a todos:  ensaladas, antipastis, gratinados, carnes, crêpes, pastas, y pizzas a horno de piedra.  Las raciones son abundantes y es un tipo de cocina ideal para compartir. De entrada compartimos unos huevos rotos con patatas, bacon, queso fundido y tomate, muy buenos.

Fuimos con unos amigos que disfrutan con la comida de este local, y pedimos varios tipos de pasta con diferentes salsas, y una pizza, todo muy bueno.

Tomando cervezas o refrescos, el precio sale en torno a 20 eur/pers.

Inma & Javi: compartimos una cenita estupenda y unos batidos deliciosos. Repetiremos cuando ‘la familia’ aumente

Benito Pérez Galdós, 1
Alzira (Valencia)
96 201 55 51

Moderno local cerca de la Avda de Aragón, especializado en comida mediterránea elaborada a la plancha. El local está cuidado, en los baños hay toallas de mano y hasta bastoncillos para los oídos (?).

Nosotros fuimos un jueves por la noche, prontito, antes de las 9, y estuvimos muy agusto, pero más tarde puede resultar bullicioso porque se llena y las mesas están cerquita.

Dos de los camareros fueron muy amables, si bien el servicio resulta algo apresurado, lo que te induce a comer deprisa.

Para compartir, tomamos berenjenas a la plancha, cocochas de bacalao a la plancha (muy buenas, pero un punto sosillas), 2 montaditos de foie micuit, puntilla con habas y puerros, todo estaba bueno. Después nos sugirieron una carne a compartir, elegimos el entrecot y fue lo más flojillo de la cena, no lo recomendaría, a pesar de ser barato.
Tomando cervezas y un café, salimos a 25 eur/pers. No está mal.

C/ Finlandia, 8
Valencia
963604300
665 806 821

Bonito y moderno local en la zona de Juan Llorens. En la entrada está la barra y una zona en tonos claros con mesas y taburetes altos,  éste es el** espacio donde tomar pinchos y cazuelitas. Un poco más adentro está la **zona de restaurante, donde comer a la carta o elegir entre 3 tipos de menús. La cocina tiene algunas influencias canarias.

Siendo un día entre semana por la noche, optamos por probar la opción de pinchos. Nos acomodamos en los taburetes, bastante cómodos, por cierto,- *y eso que estoy embarazada y ya en las últimas * – y nos dejamos aconsejar. En la barra nos mostraron y describieron los pinchos, 10 variedades expuestas sobre el mostrador. Elegimos croissants de ensalada César, pincho de foie con salsita de tinto, de queso de cabra, de sobrasada con miel, de blanco y negro, y otros. Todos muy buenos, se notaban recién preparados y con ingredientes de buena calidad.

Después nos cantaron la lista de cazuelitas, y nos recomendaron la cazuelita de  ‘papas arrugás’ (típicamente canarias) y el entrecot trinchado para dos, acompañado de pimientos de padrón. Todo estaba bueno y con buena presentación.

De postre compartimos el helado en sopa de chocolate blanco, con granizado de vino tinto, bueno y original.

Las dos personas que nos atendieron fueron muy amables y estuvieron pendientes en todo momento, interesándose por si todo era de nuestro gusto.

Tomando cervezas, y con 8 pinchos a compartir para dos, salimos a 20 eur /pers. Salimos satisfechos.

Juan Llorens, 31
Valencia
963 381 882
www.lantina.es

Restaurante muy bien situado para tomarse luego unas copas en pleno Barrio del Carmen. Está abierto todos los días, a mediodía y por la noche. El salón está en el primer piso, con capacidad como para unas 40 personas y tiene un ambiente tranquilo y agradable.

Además de la carta, ofrecen menú de mediodía y menú de noche. Nosotros fuimos a cenar y optamos por el menú, ya que es una selección de platos de la carta a precio cerrado.
Nos sirvieron 3 entrantes al centro de la mesa: una tabla de ibéricos, rollitos de berenjena con vinagre de módena y ensalada templada de espinacas, queso fresco y crujiente de jamón. Todo buenísimo.

Después elegimos el secreto ibérico con salsa de miel y pimienta y compota de manzana, y **la lubina salvaje con aliño de alcaparras crujientes. **Ambos tenían una presentación magnífica, estaban riquísimos, y para mí la lubina estaba de foto, lástima que no llevaba la cámara.

El postre era una delicia de chocolate rellena de chocolate líquido caliente y una bola de helado de vainilla sobre carpaccio de piña, una mezcla de texturas, sabores y temperaturas, ideal.

El servicio de sala, muy atento a las mesas. Buen ritmo entre platos. El chico de negro que nos atendió fue especialmente agradable. Al finalizar la cena, nos ofreció la posibilidad de participar en una iniciativa que denominan **El vino lo pago yo **: el cliente puede completar una pequeña encuesta, y a cambio recibe un vale por la bebida en un menú de mediodía (refresco o cerveza, y media botella de vino).

**Buena cocina, buen servicio, y buena RCP del menú: **24 eur/pers, + bebida.

Para saber más: www.lapitanza.com

C/ Quart, nº 5
Valencia
96 391 09 27

Restaurante informal junto a las Torres de Quart. Ambiente joven y agradable. No abren a mediodía. Bien situado para tomarse luego una copa en el barrio del Carmen.

En la carta encontramos ensaladas, tapas, montaditos, tablas de embutidos, revueltos, sandwiches y bocadillos.

Nosotros tomamos un par de tapas, una ensalada, una tabla de patés y quesos, y bocadillos. Todo estaba estupendo y con buena presentación.
Los postres son caseros y se sirven en raciones generosas. Pedimos el tiramisú y la tarta de queso y arándanos y nos gustaron mucho.
Tuvieron el detalle de invitarnos a unos ‘peazo’ de chupitos en vaso y con hielo.
Tomando vino lambrusco tinto, salimos a 25 eur/pers.

C/ Murillo, 31 (junto Torres de Quart)
Valencia
666 697 431 – 615 911 082
Abierto todos los días de 18:00 a 1:30

Moderno y bonito restaurante donde destacan sus vinos, como se puede observar por su bodega al fondo del restaurante. Disponen de una amplia carta de vinos a precios de bodega, y sólo te cobran el descorche (4 euros) más IVA, por lo que resultan a buen precio.

A mediodía ofrecen un menú que consiste en 2 pequeños aperitivos para cada comensal y un arroz meloso,  hoy a elegir entre arroz con bacalao y trigueros, y arroz con cordero y setas. Los aperitivos eran un cuscús y unas tostaditas de gorgonzola con confitura de higos, muy buenas. Los arroces, también buenos. De postre, coca de naranja.

De tapas tomamos el pulpo a la murciana y los quesos nacionales, raciones justitas, pero todo muy bueno.

Ambiente agradable, y servicio amable. Precio del menú: 12 euros + IVA. Restaurante interesante si aprecias los vinos. Posibilidad de pedir vinos por copas.

Restaurante de cocina valenciana, ubicado en Pinedo. Tiene las mismas especialidades que su casa matriz, La Genuina, pero de estilo moderno. Es un restaurante grande, con varios espacios, para fumadores o no, y con espacios reservados para comidas de grupos. Abre también los domingos, incluso en agosto.

De entradas tomamos **esgarraet, puntilla y clóchinas, **muy buenos. Para continuar, **paella de marisco, **muy bien también.

De postres, flan de naranja **y **arnadí (pastel de calabaza, bonito y almendras), muy buenos.

Buenas raciones. El servicio de las camareras, amable y rápido.

Tomando sólo cervezas, salimos a 25 eur/pers. Buena RCP. Recomendable.

Si no conocéis Pinedo, en la Guía de la Albufera de Valencia podéis ver un croquis de cómo llegar y fotos del restaurante.

C/ Mosén Cuenca, 38
Pinedo (Valencia)
96 324 71 74
Abierto todos los días a mediodía.
Cenas: JU, VI y SA.

Me he encontrado con una página muy interesante y útil.

Entre otros servicios, tiene un listado bastante amplio con restaurantes de Valencia. La novedad de esta página es que además de poner los datos de contacto del restaurante, están las cartas de los restaurantes, muchos de ellas con precios e incluso los vinos de su bodega.

Por lo que he leído, la ficha y la carta la escriben los propios restaurantes, por lo que los datos deben estar bastante actualizados.

Este es el link a su página:

MenuDelDiaValencia.com

Tras  la pequeña “polémica” de nuestro post Envero Restaurante que publicamos hace algún tiempo, en Verema se ha abierto un hilo sobre el tema bastante interesante.

Quitando la primera intervención de la que parece ser la dueña del local en cuestión, en la que vuelve a hacer gala de una educación exquisita, el resto de comentarios son muy interesantes. Vale la pena leerse las 5 páginas que tiene el hilo en el momento de escribir esto.

Voy a poner el comentario que he puesto en ese hilo de Verema, por si a alguien le interesa y prefiere no tener que buscarlo:

Buenas a todos… soy la “famosa” Carmen.

Lo primero, gracias por todas las opiniones que se han escrito sobre este tema…

Sobre los blogs personales:

• Se escriben simplemente opiniones y experiencias personales. ¿Hace falta ser “profesional” de algo para opinar? Obviamente no. Es simplemente un punto de vista. Es tarea del que lo lee darle la importancia que considere oportuna.
  
• Personalmente cuando vengo a Verema o a algún otro blog gastronómico para elegir un restaurante, doy importancia relativa a la críticas según si conozco o no a la persona que lo escribe, si alguna opinión anterior ha coincidido con la mía, etc.

Hechos sobre nuestra visita a este restaurante:

• Llegamos al restaurante a las 15.35 (teníamos reserva a las 15.30h. De hecho es imposible que hubieramos reservado a las 15.00 puesto que a esa hora todavía estoy en el trabajo).
  
• Sí tardaron 15-20 minutos en traernos la primera cerveza. Lo siento, pero fue así y no pasa nada.
  
• Cuando vino el camarero a tomarnos nota, lo primero que le preguntamos fue si era un poco tarde para pedir arroz y nos dijo que no había problema. Al rato llego otra persona (Aranchita?) y nos dijo que era muy tarde para el arroz que no podía obligar a su gente a estar hasta tan tarde. Le dijimos que no había problema, y que de hecho habíamos preguntado primero. Así que optamos por el solomillo.
  
• Finalmente apareció el arroz. Se agradece, aunque fue un poco desconcertante. Hubiera añadido este detalle en el blog, lo cual sin duda dice mucho de un restaurante, pero no lo puse por no mencionar que a esta persona se le “notó” el fastidio (lo comentamos mi marido y yo).
  
• Abandonamos el restaurante como muy tarde a las 17.10. Esto es así porque de hecho a las 17.30 h. tenía cita en el ginecólogo, y os puedo asegurar que no llegué tarde
  
• Cuando salimos aún habían algunas mesas ocupadas… eso sí, parecían comidas “de empresa”.

Sobre el post en el blog:

• La foto no revelaba nada, de hecho tras el primer “envite” distorsionamos lo poco que se veía.
  
• Ante la “educación” con la que se dirigía a nosotros esta persona, decidimos quitar la foto. Sinceramente no fueron las amenazas legales sino el “tono” superagresivo de esta señora.
  
• Tomo nota del problema con las fotos y lo tendremos en cuenta a partir de ahora. Gracias a todos los que lo habéis explicado de forma civilizada.

Y por último…

• No son aceptables lindezas como “Hay una tipa por ahí suelta…”, “qué zorrrr… a”, etc. Por muy visceral que uno sea.
  
• Gestionar un local abierto al público (que no público ) requiere en mi opinión un poco de auto-control, incluso después de que los “sagrados clientes” hayan salido por la puerta.
  
• Sólo una buena cocina no es suficiente. Locales con buena cocina en Valencia están abriendo (y cerrando) todos los días.

La maternidad conlleva muchos cambios, hemos aprendido muchas cosas sobre la marcha, y la mayoría las hemos descubierto en internet, por la experiencia de otros. Ahora estamos preparando la casa y las compras para la llegada del bebé, y para eso nos hemos informado bastante, queremos tenerlo todo listo, sin gastar más de lo necesario, y sin hacer compras superfluas.

Hasta ahora, la decisión más difícil ha sido el carro: que si el peso, que si el nº de ruedas, las dimensiones de plegado, trío o dúo, las garantías de la marca.. uff, hemos visto un montón, y hemos cambiado de opinión varias veces. Por más que he leído los comentarios acerca de cada carro, no he encontrado ninguno que reuniera todas las ventajas y ninguno de los inconvenientes. He pasado del Quiny Buzz al CasualPlay Vintage, pasando por Asalvo, y finalmente me he decidido por el trío de Jané Carrera Aniversario.

Conviene visitar varias tiendas y comparar el precio. El mismo modelo puede oscilar más de 100 euros en el precio. Por esta razón compramos en Anyelo. Aquí pudimos ver gran cantidad de modelos diferentes, nos atendieron bien, y el precio costaba 105 euros menos que en otra tienda que habíamos visitado la misma tarde, y 150 euros menos que en El Corte Inglés ¡por idéntico modelo!

Ahora ya tenemos el trío en casa, hemos estado probando la silla de auto, el capazo y la sillita y, así de primeras, estamos contentos con la compra. Es bonito, de plegado/apertura fácil, cabe bien por las puertas y en el ascensor, no es pesado y todos los materiales se ven bien terminados y de calidad.

Aiinssss, que ya quedan menos de 3 meses, y todavía tenemos que decorar su habitación, elegir el armario, y comprar taaantas pequeñas cosas.. Y eso que la familia ayuda, todos han querido colaborar en las compras, es una gran ilusión para todos y un alivio para nosotros.

Ya ha pasado un año desde que comenzó este blog. Desde entonces hemos visitado unos cuantos restaurantes, he intentado comentar al menos uno por semana. Hemos disfrutado bastante, la mayoría ha valido la pena, y repasando el blog, tengo la sensación de revivir un poquito cada uno de esos días.

Dado que estamos de aniversario, me parece que es el momento de anunciar que van a haber algunos cambios en el blog, consecuencia de un cambio muy importante en nuestra vida *: ***vamos a ser padres por primera vez**. Estoy embarazada de casi 28 semanas *y, si las cosas van según lo previsto, a mediados de octubre nacerá nuestro bebé. *

Esto explica por qué hace tiempo que no comento sobre los vinos, ya que no tomo alcohol desde febrero. Y significa también que a partir de octubre tendremos menos ocasiones para comer fuera y comentar en el blog, al menos durante unos meses.

*A partir de ahora, vamos a disfrutar también con otras nuevas experiencias, así que vamos a abrir una nueva categoría donde compartir experiencias sobre la maternidad. Tal vez se anime a intervenir algún miembro más del equipo..
*

El embarazo está siendo muy cómodo desde el principio, soy afortunada. Ya cuando viajamos a Argentina estaba embarazada, y hasta hoy no me ha limitado en ningún aspecto, salvo los cuidados necesarios. Desde la semana 20 siento cómo se agita dentro de mí una nueva vida, cada día con más fuerza, y cada día que pasa me parece un éxito, nuestro bebé está cada vez más cerca.

Es difícil creer que dentro de esta barriguita (barrigota, más bien) ya hay una pequeña personita completamente formada. La semana pasada fuimos a hacernos una ecografía 4D, con la ilusión de poder la carita de nuestro chico por primera vez.

Ya está colocado de cabeza, y tuvimos la suerte de poder verlo de cara durante algunos instantes. Conseguimos unas pocas imágenes de su carita, y enseguida se giró y se puso de espaldas. A partir de ahí, ya sólo pudimos ver una sucesión de pies y manitas preciosos, de los cuales nos dieron una colección de imágenes por 80 euros. Valió la pena saber que está todo bien, y que es grande, por las medidas es un bebé ya de 29 semanas. Lo que más me gusta de la imagen son los morritos y el moflete, creo que también será buen comedor

 NOTA (29/07/08): Debido a la actitud amenazante de la que parece ser la dueña o encargada de este restaurante (ver comentarios al final), hemos eliminado la foto de este post. Releyendo la opinión que escribimos resulta inexplicable dicha actitud. No volveremos.

Atractivo restaurante entre Aragón y Cardenal Benlloch. Decoración y diseño actuales: líneas rectas, maderas oscuras, mesas sin mantel (con esas esterillas que cruzan la mesa por el centro, bajo los platos).

De lunes a viernes tienen menú por 17 euros + IVA. Cada día tiene su menú fijo, consistente en primero, segundo y postre, sin posibilidad de elección.

También tienen un menú degustación por unos 40 euros.

Optamos por comer a la carta y empezamos con una de las tapas: pulpo encebollado con habitas, muy bueno.

Después compartimos el tibio de bogavante con pasta y crema de setas, un poquito escaso para dos, pero el bogavante estaba realmente bueno.

De plato principal, elegimos el arroz meloso de carabineros y trigueros, buenísimo.

No tomamos vino, pero pudimos comprobar que la carta contenía interesantes referencias a buen precio, y vimos cómo la sumiller realizaba toda la ceremonia de decantado y envinado de las copas.

El servicio de los camareros, aunque amable, resultó ese día un tanto irregular y algo descoordinado. Como ejemplo, tardaron un cuarto de hora en traernos las primeras cervezas, aunque el local no estaba lleno.

Sin vino, con 4 cervezas y sin postres, salimos a 32 eur/pers. Algunos precios en carta (como los arroces) me parecieron buenos, y otros en comparación un tanto elevados (solomillo 21,50). Buena cocina.

Eolo, 7
Valencia
963 60 11 11

Restaurante de cocina creativa. El local, el mobiliario y el servicio de mesa, de diseño, muy actual.

Dado que los precios de la carta son subiditos, elegimos para cenar la ‘carta a precio cerrado’, que consiste en elegir 2 platos y un postre de entre un buen número de los platos que componen toda la carta, por 35 euros + IVA + bebida.

De primeros, canelón de pularda con salsa de hongos y láminas de foie y **chipirones plancha con guiso de morro, **muy buenos.

De segundos, **Entrecot de buey con patata rota al romero **y **presa ibérica con jugo de trufas y salteado de verduras, **también buenos.

De postre, **Chocolates, **un surtido pequeño y mejorable, y **brownie de café, naranja, curry y crema de chocolate blanco, **bueno, aunque escaso.

Antes y después de la cena nos trajeron una bandejita con 4 delicatessen para cada uno, primero de aperitivo, y después para acompañar el café. Un detalle estupendo, salvo que nos cobraron 8 euros adicionales, sin avisar.

Con una botella de tinto roble, al final salimos a 55 eur/ pers. Mucho diseño, pero resulta carito, y a mi parecer tiene aspectos mejorables.

San Ignacio de Loyola, 14
Zaragoza
976 223 903

Restaurante céntrico, cerca del Pilar. Es un restaurante con solera, clásico, del estilo que suele gustar a la gente madura.

Fuimos a mediodía y optamos por probar el menú ‘Las Tomas de La Bastilla’, que por un precio de 50 euros, bebida, café e impuestos incluidos, ofrece 4 platos y postre.

De primero, verduras asadas formando una isla sobre un lago de queso de cabra y virutas de aceituna, muy bueno.

Después, arroz meloso con fondo de pescado y marisco, sabrosísimo.

Para continuar, lascas de bacalao con patata y huevo de codorniz. El bacalao, impresionante.

Por fin, solomillo con verduritas. Tierno, sabroso y en su punto.

De postre, cuajada con frutas secas. Flojo, fuera de lugar en el menú.

Todo ello regado con vino rosado y vino tinto Eminens. Camareros amables y muy atentos a que no se vacíen las copas y que no se acabe el pan de cada comensal (del que sirven 4 variedades).

Muy buena calidad. No parece un menú degustación, ya que cada plato tiene una buena ración. Muy recomendable. 

Coso, 177
Zaragoza
976 29 84 49

Está ubicado en la planta baja de una antigua casona cerca del mercado de Abastos. Inicialmente nos sentamos en la mesa que nos asignaron al entrar, pero tengo que decir que junto a nosotros había media docena de fumadores, todos echando humo a la vez, y al pedirle a la camarera la posibilidad de cambiar de mesa, nos ofreció amablemente otra mesa en la entrada, donde se estaba muy bien, ya que corría una brisa muy agradable. La decoración y el mobiliario son rústicos, sin lujos. Lo que más me gustó fue la luminosidad de un patio interior lleno de plantas.

A mediodía tienen un menú diario compuesto por 4 primeros, 4 segundos y 4 postres, por un precio de 12 euros + IVA, **incluida una bebida. **Los sábados también se come de menú, por 15 eur + IVA. La carta tiene algunas influencias uruguayo-argentinas, he leído que el cocinero es uruguayo, lo cual explica en parte que la carne estuviera perfectamente tratada. El menú se presenta en una hoja impresa plastificada, lo cual no hace presagiar la buenísima presentación de los platos, digna de un restaurante de alto nivel. Se trata de cocina creativa, y buenas raciones.

El arroz meloso de bacalao, espinacas y cebolla estaba muy bueno, y el **secreto de ibérico con mermelada de ciruelas frescas, patata asada y (no se qué) **tenía una pinta estupenda, tostadito, y estaba muy bueno también. Todos los platos que vimos pasar eran atractivos. En el menú también habían chuletas de cordero de palito, y una opción de pescado.

De postre elegimos el mousse de chocolate, muy rico, y también había piña natural, tocinillo rioplatense y algo más que no recuerdo.

Nos ha parecido un restaurante recomendable, con muy buena RCP.

C/ Navarra, 7 (zona Abastos)
Valencia
96 384 88 00

Actualización ²⁵⁄₀₄/2009: Hemos vuelto a visitar este restaurante y desgraciadamente los sábados ya no tienen el menú de 15 €. La calidad sigue igual de bien, pero el precio al pedir de carta viene a salir por unos 30 € por persona.

Restaurante con 2 espacios muy diferentes: terraza de verano, y un salón comedor muy elegante . Nosotros optamos por el comedor, ya que resultaba más tranquilo. El salón tiene capacidad para 8-9 mesas, y está profusamente decorado con muebles y cuadros de estilo clásico valenciano. Sillas vestidas, mesas con doble mantel, resulta un comedor especial, para una ocasión.

La carta contiene una buena lista de entrantes. Tomamos los calamares a la andaluza, y la ensalada de Raff con ventresca, pimientos y espárragos cojonudos. Todo muy bueno.

Siendo la especialidad de este restaurante los arroces, tomamos un arroz del Senyoret. También muy bueno.

El servicio de sala, muy atento. Todos los tiempos estuvieron perfectamente calculados. Servicio impecable.

El precio, sin vino, unos **50 eur/pers. **Precios un poco subiditos.

Batlle, 2
Port Saplaya (Alboraya, Valencia)
96 356 41 39

A la entrada de la taberna están los mostradores de venta de charcutería, donde la variedad y el aroma de los quesos y jamones te incitan a sentarte a tomar alguna cerveza o vino con alguna ración. El lugar es espacioso y tiene buen ambiente. A mediodía tienen menú, incluso los domingos.

En la carta hay raciones y medias raciones de ensaladas, charcutería, raciones calientes y carnes. Tomamos una ensalada ‘Carmen de Ronda’, micuit de foie pato, jamón ibérico, quesos artesanos, queso frito con mermelada de moras, y una cazuelita de gambas al ajillo. Todo estaba bueno.

De postre, 2 raciones de peras al vino tinto, tiramisú y profiteroles, todo bueno.

Con 4 cervezas, una botella de Viña Mayor crianza y 3 cafés, salimos a 22 eur/pers. Bien.

C/ Lorca, 3
Valencia
96 327 04 95

Desde hace 12 años visitamos este encantador restaurante en Manises, es de esos restaurantes a los que vuelves sabiendo que todo sigue igual.

El local cuenta con pocas mesas, resulta espacioso y acogedor. La decoración, cuidada, en estilo rústico. El trato de los dueños (él a la cocina, ella a las mesas), muy amable.

La carta cuenta con 6 o 7 primeros o entrantes, otros tantos de carne, de pescado y postres. Se trata de cocina de mercado, muy bien elaborada.

De entrantes tomamos el pulpo prensado con aceite de pimentón, los bombones de foie con pimienta rosa y mermelada de violeta, y boquerones en vinagre con rodajas de tomate (fuera de carta). Todo muy bueno.

De segundos, solomillo de buey con queso gratinado, magret de pato con salsa de mostaza y rollitos de lenguado rellenos con queso, setas y gambas. Todo de buena calidad, bien de cantidad y muy bien elaborado. 

De postre, parfait de avellanas y chocolate (mmm, riquísimo), tarta de chocolate con helado y flan de café con bizcocho. Buenas raciones, y buenísimos.

Con cervezas, refrescos varios y una botella de Prado Rey roble, salimos a **36 eur/pers. **Recomendable, siempre salimos satisfechos.

c/ Mayor, 30
Manises (Valencia)
96 152 03 53

Situado en la Pza del Mercado de Manises, anuncian como especialidad las carnes a la brasa, las tapas hechas al momento y los postres caseros. Sirven cocina tradicional. No es la primera vez que como allí, y siempre TODAS LAS RACIONES SON GENEROSAS (olé, no hay que contar a cuántos calamares tocamos) y la presentación de los platos, muy buena, se ve producto de calidad y buen gusto.

El local está bien, estilo mesón, con comedores para fumadores y no fumadores. El servicio de sala, atento.

La carta es bastante variada, sobre todo en tapas y carnes. El pan a la brasa con aceite o con tomate, muy bueno.

Esta vez de entradas tomamos la ensalada de la casa y calamares. Todo muy bien.

Para continuar, entrecot de buey y entrecot de ternera lechal. La guarnición la sirven aparte y lleva patatas fritas y verduras variadas a la plancha. Las carnes muy buenas, y con el punto acertado.

De postre, tiramisú casero a compartir, estupendo.

Con ¹⁄₂ botella de vino y 2 cervezas, hemos salido a** 32 eur/pers**. Muy buena RCP. Recomendable.

En días no festivos cuentan con un menú del día por 12 eur, también buena opción.

Como dicen en su tarjeta, ‘Si tu estómago quieres llenar y tu bolsillo no vaciar, por El Mesoncico has de pasar’

Pza Rafael Attard, 14 bajo
96 154 76 45
Manises (Valencia)
MA, JU, VI y SA comidas y cenas
LU y MI sólo comidas
DO cerrado

Éste es uno de los tantos restaurantes tradicionales de la playa de Las Arenas. Aunque no somos muy aficionados a estos restaurantes, acudimos para probar la especialidad de este restaurante en concreto, el arroz rojo.

De entrantes tomamos la ensalada de ventresca y unos chipirones fritos, **ambos **pasables, pero con poco arte.

El **arroz rojo **es realmente rojo, impacta un poco, pero está bueno de sabor, bastante parecido a la paella de marisco, y el punto de cocción muy bien.

Lo regamos con un Ribera del Duero Viña Fuentenarro, un vino de muy buena RCP (13 eur), con bastante graduación. 

De postre, una delicia de nueces (como un brownie) y una **tarta de chocolate, **ambos bien.

Salimos a 40 eur/pers, y con la confirmación de que este restaurante, como casi todos los restaurantes de la playa en el Paseo Neptuno, resultan ya bastante decadentes. Necesitan renovarse para ponerse a la altura de tantas buenas e interesantes opciones de restauración que tenemos hoy en Valencia.

Avda. Neptuno, 66
96 273 95 61

Situado en el corazón del barrio del Carmen, es sin duda una de las mejores propuestas de la zona. Su especialidad son los arroces, y de hecho han recibido varios premios gastronómicos por su buen hacer.

La carta de mediodía ofrece tapas y menú, aunque fuera de carta también se puede pedir carne o pescado. De las tapas tomamos las croquetas de bacalao con piñones, muy buenas, y vimos propuestas originales como los calamares rebozados en su tinta. Por la noche tienen otra carta creativa que habrá que probar.

El menú se basa en un entrante, dos arroces a elegir y postre. Hoy el entrante consistía en una ensalada de queso fresco de cabra, tomatitos secos y piñones, divinamente condimentada. Muy buena. Las propuestas de arroces varían cada semana, aunque también se puede llamar y encargar el arroz que se desee con antelación. Hoy se podía optar entre un arroz negro de sepionet con all-i-oli suave de algas o un arroz con acelgas y caracoles. Pedimos uno de cada y ambos resultaron muy ricos, eran caldositos y con mucho sabor. Los arroces se sirven en cazuelas individuales, y la cantidad está muy bien, se pueden compartir y están tan buenos que apetece repetir.

Esta vez no tomamos vino, pero pudimos observar que realizan el envinado de las copas con esmero y que tienen vinos de actualidad.

De postre había varias propuestas creativas. Tomamos el** cremoso de chocolate 70% cacao con helado de té, y el **carpaccio de piña con espuma de coco y sorbete de limón, ambos sorprendentes por su mezcla de temperaturas y texturas, muy buenos.

El local es moderno, estilo minimalista y con buena disposición de mesas.

Otro aspecto destacable es el servicio de sala: personal muy agradable, atento y cercano. Transmiten el gusto por su profesión y aunque ya cosechan cierto éxito, su interés por la mejora no decae: al final de la comida se te ofrece un pequeño formulario para sugerencias y para poder recibir información sobre cocina, vinos, menús, cursos, etc, si se desea.

Buena RCP. El menú, sin bebida, 26 eur/pers. Muy interesante.

C/ Quart, 6 (junto Pza El Tossal)
Valencia
96 391 59 13
Abierto jueves y viernes noche

Acudimos por recomendación de una amiga a la que le gusta este sitio por el mimo que aplican al trato y a la cocina.

El local está presidido por la barra de mármol, a juego con las mesitas también de mármol, y todo el conjunto está decorado con bonitos detalles de artesanía.

Decidimos comer de tapas para probar las especialidades de la casa (éramos 4), y la señora, ciertamente amable, nos va sugiriendo: ¹⁄₂ morteruelo de caza, habitas con chipirones, **croquetitas de gallina, de jamón y de setas, ensalada tibia de jamón de pato y piñones, pimientos de piquillo rellenos de setas, una sartencita de ternera con patatas y otra de huevos estrellados con picadillo de chorizo. **Todo estaba bueno, especialmente los pimientos de piquillo rellenos. Por otra parte, hay que decir que las raciones son justitas.

Para beber, unas cervezas, y después un rioja Marqués de Riscal reserva 2003 (21 eur). Por la carta vemos que tienen una buena bodega con interesantes referencias actuales y a buen precio.

De postre, 2 cremas pasiegas **y 2 **tartas de nata cuajada con arándanos. Buenos.

Salimos a 33 eur/pers. Un sitio interesante y agradable en Mislata.

C/ Poeta Antonio Machado, 8
Mislata (Valencia)
96 313 50 52
Cierra domingos noche y lunes todo el día

Este restaurante abrió hará un año o poco menos en la zona de la calle Jesús, frente a la finca roja. El local está decorado y amueblado con unos colores y un estilo bonitos, resulta elegante y acogedor.

Es de esos sitios donde miman la presentación y el sabor de sus platos, como dicen en su tarjeta de presentación: Los aromas y sabores de las más exquisitas recetas tradicionales en un espacio donde diseño, elegancia y tradición se funden para satisfacer todos los sentidos.

De primero elegimos un crujiente de quesos con torta del Casar y cebolla caramelizada al PX, estaba sabroso y no resultaba fuerte el queso, muy bueno. También tomamos su elogiado **foie micuit con fruta y confitura de violeta, **buena ración, estaba realmente bueno, y la presentación, de foto.

Como plato principal, habíamos encargado un arroz meloso de setas, conejo y foie. Muy sabroso, habríamos repetido, pero estaba escasito.

De postre compartimos el wengé de chocolate, una especie de brownie, con una bolita de helado de vainilla. Bien.

Para beber, unas cervezas y una botella de vino Hoya de Cadenas reserva privada 2003, está bueno, no falla. Te ofrecen prepararte lo que te quede de la botella de vino para llevar a casa, un detalle.

Las copas del vino, unas Schott, estupendas, así como el resto de la vajilla, de diseño. La música ambiental a un volumen acertado, y muy bien elegida: Phil Collins, Nora Jones..

Salimos a 45 eur/pers. La calidad y el sabor de todo lo que tomamos valió la pena. Sin embargo, el arroz estaba justito de cantidad, podían poner raciones más generosas, y más teniendo en cuenta que cuesta 16,80 por ración, y que era domingo, que no es día de dieta.

Pza Pintor Segrelles, 5 bajo izqda
Valencia
96 380 63 45
Abre también domingos

Se trata de un elegante restaurante con vistas al Puerto Deportivo de La Marina de Denia.

Comimos en la terraza, en la 1ª planta, con vistas al puerto. Buena mantelería, copas Schott, cómoda sillería, los toldos te protegen del sol y del viento.. no falta un detalle.

De entrantes tomamos los chipirones fritos con ajetes, y la ensalada de cogollos con codorniz y foie, todo muy bueno.

De plato fuerte, un fabuloso arroz meloso de bogavante y rape, absolutamente delicioso y abundante.

De postres, surtido de sorbetes y profiteroles, **todo **riquísimo.

Para regar todo, un Viña Ardanza, traído frío y abierto con antelación para que tomara buena temperatura, fue servido sin ceremonias.

Con un aperitivo de Martini, cervezas y Bitter Kas, y cierre de café y copa de Pacharán, salimos a 45 eur/pers, un precio más que razonable dado el lujo del entorno, la calidad y la elaboración de todo lo que tomamos. 

Amparín: un disfrute de verdad, nos encantó! 

Puerto Deportivo Marina de Denia
96 578 91 16

Este restaurante está muy próximo al restaurante La Vid, que visitamos en febrero por la confusión entre ambos al tener el mismo nombre.

El local de este asador es agradable, con suficiente espacio entre las mesas. El comedor está dividido en 2 zonas, para fumar o no. Música ambiental agradable.

A la entrada llama la atención la cava, y al fondo, una gran cocina acristalada donde se puede ver cómo se afanan los cocineros (muchos, para ser un día entre semana a la hora de cenar), lo que causa impresión de limpieza y esmero.

De entrada tomamos un revuelto de setas de temporada con jamón ibérico y ajetes, bueno y abundante.

De segundos, entrecote de buey y **rodaballo a la plancha, **ambos buenos.

Con una botella de Prado Rey crianza 50 cl, un par de cervezas y sin postre, salimos a 30 eur/pers. Adecuado.

Salas Quiroga, 15 bajo
Valencia
647 523 229

*La mayoría diríamos que comer es un placer, pero son menos los que saben que correr puede ser un gran placer. *

Yo lo practico desde hace muchos años, habitualmente distancias de aproximadamente 8 km, unos 40 minutos, por zonas verdes de la ciudad, mientras voy escuchando mi música favorita que llevo en el MP3. Hay gente que piensa que correr es aburrido, pero a mí me hace sentir realmente bien. En días rutinarios, puede ser el mejor momento del día. Motivos:

1. Te hace sentir mejor física y emocionalmente. Es un ejercicio con el que liberas estrés.
2. Es un tiempo para estar con uno mismo, te permite estar concentrado, pensando en tus cosas.
3. Con un poco de práctica, viene lo mejor: corriendo a buen paso al ritmo de la música se tiene sensación de libertad y de vitalidad. Es un ejercicio con el que se liberan sustancias que proporcionan bienestar.

Está claro que si uno no está habituado, los primeros días pueden ser un poco desalentadores. Hay que comenzar los primeros días a un ritmo pausado y progresivamente ir aumentando el ritmo y el tiempo. La clave está en perserverar. Al cabo de un par de semanas, uno ya encuentra que va mejorando.

Al cabo de unos meses, uno sabe que el tiempo y el esfuerzo empleados en correr ha sido una buena inversión: salud, bienestar y sensaciones muy gratas en compañía de la música. Con el hábito, correr ya no es un esfuerzo, es una necesidad. Un placer diario.

[][1]Esta vez acudimos con la familia a celebrar San José. Siendo un día tan celebrado en Valencia, el restaurante está a rebosar, como era de esperar. Aún así, estuvimos cómodos y nos atendieron de maravilla como la otra vez.

De entradas tomamos sepia a la plancha, tellinas, blanquet (pescaíto frito) y habitas tiernas con morcillita y pasas, todo muy bueno. Para continuar, el arroz meloso de nécora, sabrosísimo. Para regar, el Dominio de la Vega crianza, que a todos gustó.

Todos pedimos postres y cafés, y salimos a 30 eur/pers.

Repetiremos y repetiremos, nos quedan tantas cosas que probar.. la fideuá, las paellas, el arroz con bogavabante…. VOLVEREMOS

Desde Ushuaia volamos hasta la Patagonia argentina. En el trayecto hasta el hotel, sorprende un paraje yermo donde no hay árboles ni arbustos, apenas unos pequeños matojos que no levantan ni un palmo del suelo. Conforme nos acercamos al Calafate, a un lado de la carretera continúa el desierto, al otro el bello azul del lago Argentino.

El Calafate es poco más que un pueblo-dormitorio para los turistas, llegados hasta aquí para visitar los glaciares. En el pueblo sólo hay una calle principal de comercios, bares y restaurantes. El resto son hospederías, hoteles y algunas casuchas de los habitantes locales. A finales de febrero, hace realmente calor de verano, parece mentira que cerca estén los glaciares.

[]1El Parque Nacional de los Glaciares dista unos 50 km del Calafate, distancia que transcurre por ese paraje yermo que no hace presagiar que esté cerca la belleza del Parque []3Nacional. Ya desde la entrada al Parque el paisaje cambia, se llena de árboles y las montañas se cubren de nieve en sus cimas. Hasta allí se puede ir en autobús, en excursiones organizadas, o en taxi. Nosotros elegimos una excursión que nos llevó hasta el glaciar Perito Moreno. Durante un par de horas estuvimos mirándolo de frente, y pudimos escuchar y presenciar algunos de sus imponentes desprendimientos. Tiene unas dimensiones apabullantes y su color azul te hipnotiza, no puedes dejar de mirarlo, esperando a que se produzca el siguiente estruendo sobre el agua.[]2

Esa tarde, tras una corta navegación por delante del glaciar, nos llevaron a hacer un minitrekking de una hora y media sobre el Perito Moreno. Nos colocaron crampones en las botas, y tras unas pequeñas recomendaciones, nos guiaron sobre el hielo. El guía nos explicó por qué este glaciar avanza y se desplaza tan rápidamente, precisamente por el deshielo, que hace que la base del glaciar se deslice sobre el agua. Caminamos por las pendientes de hielo y pasamos junto a grutas de vértigo de color azul turquesa. Fue la mejor experiencia de todo el viaje.

Al día siguiente hicimos una excursión en catamarán que nos acercó a ver otros 5 glaciares, entre ellos el mayor de todos, el glaciar Upsalla. Durante la navegación quedamos absortos por los numerosos icebergs que se avistaban por todas partes, fragmentos de los glaciares aún más azul que aquellos. Si no fuese por el viento, podríamos haber estado en cubierta en manga corta, te choca ver tanto hielo a esas temperaturas, es fascinante.

Por más lejos que esté Argentina, uno se ve compensado cuando ve con sus propios ojos estas maravillas de la naturaleza que no se dan así en ninguna otra parte del mundo.

[][1]Es la ciudad más austral del mundo, tan al sur de Argentina que más abajo sólo está la Antártida. Se caracteriza por la belleza de su paisaje, de imponentes montañas vestidas por sus bosques de lengas y ñires hasta la mitad de la falda de la montaña. Más arriba, la roca pelada y coronada por la nieve en las cimas. Entre las montañas, canales y lagos conforman un paisaje espectacular desde el avión.  Un entorno singular conocido como La Tierra de Fuego, por el color rojizo de su tierra.

Viajamos hasta Ushuaia a finales de febrero, que es casi el final del verano allí. A pesar de estar cerca del glaciar Martial, no hace tanto frío como esperábamos, pero el tiempo es muy variable durante todo el día, igual llueve o sale el sol. Si no hace viento, hace incluso calor, la gente va en manga corta. Si hace viento, el frío es tremendo, de abrigo.[]4

Subimos al glaciar Martial en telesilla. El glaciar no es gran cosa, y más si vas a visitar la Patagonia, pero las vistas del canal Beagle desde arriba son bellísimas.

También fuimos en catamarán a visitar las pingüineras y los leones marinos en sus pequeñas islas.

La especialidad gastronómica en Ushuaia no es la carne, como en el resto de Argentina, sino los pescados y sobre todo, las centollas. Las preparan de varias maneras y las presentan ya sin caparazón, listas para comer. Del afamado restaurante Tía Elvira nos gustó especialmente el arroz de mariscos. También nos gustó mucho el restaurante María Lola, un poco escondido detrás de la calle San Martín, pero con buenas vistas y comimos unas carnes buenísimas.[][1]

De precios, los hoteles y los restaurantes no son tan baratos como pueden resultar en Buenos Aires, debido a que es una zona muy pequeña que concentra mucho turismo. Sin embargo, la conversión euro-pesos hace que los precios sigan siendo ventajosos.

El local es reducido, cuenta con unas 10 mesas, aunque es acogedor.

De entradas tomamos 2 croquetas caseras, 2 paquetitos de mascarpone y un revuelto de boletus con foie, todo bien.

De segundo, solomillo al foie con reducción de PX y suquet de rodaballo. El suquet estaba bastante bueno. El solomillo era pequeño (al contrario que su precio, 20 euros) y estaba demasiado hecho, a pesar de pedirlo al punto.

No quedaban los postres que elegimos, así que tuvimos que conformarnos con un tiramisú al carajillo de ron, nada especial.

Resultó una cena flojita.

Con sólo media botella de vino joven y un par de cervezas, nos costó 85 euros. Demasiado para lo que habíamos tomado.

Historiador Diago, 24
Valencia
609 760 712

Ciertamente, no podía haber elegido un nombre mejor que Comer y disfrutar para este compendio de experiencias que voy contando conforme vamos probando. Se está imponiendo un nuevo concepto de restaurante y cada día surgen nuevos nombres que estamos deseando conocer. Era el caso del Mornell, al que acudimos por las buenas críticas que tiene en internet.

Está en El Palmar, fácil de localizar, entrando en el pueblo, recto a unos 200m en la acera de la derecha. El local es de diseño moderno, mobiliario de wengué, mesas espaciosas. Está lleno, pero aún así, confortable.

Sirven cocina valenciana a base de materia prima de calidad procedente de la zona, con unos toques de actualidad. Los entrantes están buenos, pero su punto fuerte son los arroces. Tienen variedad de arroces, secos y melosos. Tomamos un **arroz meloso con nécoras, **sabrosísimo, y el arroz en su punto, sobresaliente!

En cuanto a los vinos, tienen una carta con vinos actuales a buenos precios. Tomamos un Dominio de la Vega 2005, muy recomendable (12 eur).

Y los postres..? Mmm, tienen cantidad de postres caseros, hay que dejar hueco para tomarlos. Probamos la **tarta de 3 chocolates, **suaave, deliciosa, y el **sorbete de mandarina, **muy rico y refrescante.

Si lo que nos conquistó el paladar[]1 fue el arroz y los postres,** lo que nos ganó de verdad fue el servicio de sala**: personal atento y simpático de verdad, del Palmar de toda la vida, con ganas de llevar adelante un servicio renovado.

Todavía no tienen web propia, pero podéis ver fotos en este enlace: Albufera.info

Muy buena RCP: unos 30 eur/pers. ¿Hace falta decir muy recomendable?

Francisco Monleón, 31
96 162 03 36
El Palmar (Valencia)

Es otra de las nuevas e interesantes propuestas en la zona de Cánovas. Cocina creativa y combinaciones originales de los sabores. Platos que enamoran.

Local elegante, de diseño minimalista, sobrio. Mesas espaciosas, y buena distancia entre mesas.

Tomamos el menú de mediodía (12 euros, sin bebida), consistente en un detalle, un primer y segundo plato, postre o café.

El detalle fue un crujiente bocadito exquisito de foie a la mermelada.

De primero elegimos una ensalada con parmesano y tomates secos, y una crema de hinojos con picadita de chorizo. Ambos riquísimos.

De segundo, un **arroz meloso en perol de sepieta de playa y espinacas. **Simplemente espectacular: sabroso y generoso.

De postre, un capricho riquísimo y sorprendente por la mezcla de texturas: coca de zanahoria sobre lecho de coco, con helado y unos toques de granizado. Ups, no recuerdo si se llamaba así, creo que a esas alturas ya necesitaba una siesta..

Del vino no puedo opinar, ya que en esta ocasión no tomamos.

La RCP del menú es altamente recomendable. En cuanto a la carta, los precios están en otra liga, pero contiene referencias muy interesantes.

Burriana, 26
Valencia
963 74 35 38

Cerca de la zona de Aragón, es otro nuevo local de la tendencia que viene proliferando: cocina creativa y sabores originales, a precios moderados.

El local está decorado de manera alegre e informal. El espacio no sobra, las mesitas son pequeñas, pero el servicio de sala es atento, y la vajilla y demás servicio de mesa es agradable, se está bien.

De entradas tomamos el foie caramelizado con dos mermeladas y escamas de sal, **y la **ensalada de langostinos con espárragos trigueros, virutas de jamón ibérico y mayonesa de piquillos, **todo muy bueno. De segundos, el **entrecot a la plancha con salsa de café París **y el **solomillo de ternera a la trufa con reducción de aceto balsámico. Las carnes estaban en su punto, tiernas, y las salsas estaban muy acertadas.

Tienen carta de postres, cócteles, infusiones y licores. Tomamos un **brownie de chocolate **estupendo, y tenemos que volver para probar uno de esos cócteles, pero es que ayer ya no cabía..

También tienen una cartita de vinos, con la descripción de cada uno de ellos y una recomendación de temporada. Nosotros elegimos un López Cristóbal roble y fue servido a buena temperatura y en copas adecuadas.

RCP correcta: con el vino y un par de tercios, 35 euros /pers. Para repetir.

Vicente Sancho Tello, 25 (casi esquina Cardenal Benlloch)
Valencia
96 133 56 40

Es uno de los restaurantes clásicos de la zona de Cánovas, lleva abierto más de 20 años. Se diferencia por que ofrece variados menús con todo tipo de especialidades, entre ellos carne a la piedra y arroces.

Nosotros optamos por el menú especial La Piula. En este menú, para empezar puedes elegir 3 entrantes de entre 10 posibles. Tomamos el Pastel de bacalao con morcilla y mermelada de tomate, Pimientos del piquillo rellenos de carne y la Terrina de confit de pato con verduras. **Todos buenos. De segundo, se puede elegir entre 3 pescados y 4 carnes. Elegimos el **entrecot de buey al roquefort y la dorada con setas y queso parmesano. **Buenas raciones y en su punto. De postre hay variedad de ricas tartas y postres caseros**, de los que sirven una generosa ración.

El menú incluye además el pan, agua o cerveza,  todo por 21 euros! El trato amable, y el lugar tranquilo y agradable. Recomendable.

C/ Burriana, 45
Valencia
96 374 30 16

Tenía ganas de visitar este restaurante, sabía que no nos iba a defraudar, lo supe desde que vi su página web.

De entradas tomamos un carpaccio de buey al jugo de parmesano, buenísimo, y los originales bombones crujientes de foie. **Para continuar, el **entrecotte de buey con reducción de bobal **y **los dados de buey salteados con soja, uno de los platos cardiosaludables de la carta**. **Las carnes, en su punto.

De postre, la **bomba de chocolate con Pedro Ximénez **es realmente la bomba, la mezcla de temperaturas y texturas es deliciosa.

De aperitivo nos obsequiaron con una original mousse de alubias, y con el postre, unas copitas de mistela.

En cuanto al vino, Juan Ra se interesó por nuestras preferencias, y nos recomendó acertadamente un Rafael Cambra dos. Las copas y el servicio de mesa, impecables.

Lo que nos movió a conocer este restaurante fue su página web, recomiendo visitarla. Está muy cuidada, se puede ver una foto real de cada uno de los platos tal como se sirven a la mesa. No le falta detalle, incluso tiene su propio blog, se nota que se preocupan por la mejora constante y por la opinión de sus clientes. Puedo añadir, además, que he contactado 2 veces por email con el restaurante, y en ambas ocasiones me respondieron pronto y con gran amabilidad.

Se percibe la atención hasta el último detalle, y este cuidado lo llevan a todos los aspectos del restaurante: cocina, local y atención.

Un restaurante excepcional, de lo mejorcito de Valencia, a un precio muy razonable, que podéis ver en su propia web: SargantanaRestaurant

Llano de Zaidía, 16 bajo
  46009-Valencia
  96 338 48 33

Es el restaurante más emblemático de Baeza. Siendo de allí, con razón se lo recomendó Elisa a mi amiga Amparo. ¿Quién pasa por Baeza sin visitar el afamado Juanito? Tiene tal colección de fotos de visitas de personajes ilustres, expuesta a la entrada del comedor, que se te hace tarde si te paras a verlas todas. Una barbaridad. Nosotros no íbamos a ser menos

El restaurante está ubicado en la parte baja del hotel Juanito, situado a las afueras de Baeza. El servicio de mesa y el salón, propios de un sitio con solera. Por probar varios platos, pedimos el menú degustación. Todos los platos estaban bien elaborados. Lo que más nos gustó fueron las alcachofitas, muy melosas, y el típico paté de perdiz de la zona, delicioso.  El servicio, un poco distraído. Esa noche no estaba lleno, pero aún así pedir la cuenta nos llevó más de 15 minutos.

RCP un poco elevada, unos 50 eur/pers sin postre.

Paseo del Arca del Agua, s/n
Baeza (Jaén)
953 740 040

En pleno centro, lugar ideal para tapear o pasar al restaurante. Nosotros pensábamos tomar unas cañas y alguna tapa, y en vista de lo bien que estaba todo, acabamos comiendo a base de tapas en una de las mesitas altas de la entrada.

Surtido de ibéricos, foie mi-cuit con frutos rojos y una fuente de berberechos impresionantes, en su punto. Con cada bebida, además, nos pusieron unas tapas, como mojama, cuadraditos de queso en aceite y clóchinas con bechamel, todo muy bueno.

Todas las cervezas y los vinos (Rioja y manzanilla La Guita) que nos apeteció beber, y salimos a 20 eur/persona   

Plaza Doctor Quesada, nº1

Es el restaurante del hotel Puerta de la Luna, donde hemos despedido 2007. Situado junto a la catedral, se trata de un edificio histórico bellamente conservado.

Hacen honor a todas las buenas referencias que teníamos tanto del hotel como del restaurante, tal vez el mejor de Baeza.

La cena de fin de año fue fantástica, superando a las que habíamos disfrutado años anteriores en Paradores. De entrada pudimos disfrutar de cantidad de aperitivos durante la copa de espera en el claustro: ostras, bocadito de foie con pimiento rojo, jamón de bellota, zamburiñas, croquetitas de marisco, chupito de tortilla líquida..

Ya en el restaurante, de primero una sopa de pescado muy original. En el centro del plato, una gelatina transparente con forma de flan contenía las gambitas, percebes, berberechos, etc, y luego se sirvió el caldo, plato a plato. Exquisita.

Para continuar, bogavante salvaje completamente pelado, con vinagreta de naranja.

Antes de pasar a la carne, una copa de sorbete de mango, riquísimo.

Por fin, solomillo de ternera con salsa de hongos y pastel de patata trufada, en su punto.

De postre, tocinillo de cielo de las monjas clarisas, tiramisú, biscuit glacé con chocolate caliente servido al momento y toffe con crocant de almendra.

De principio a fin, la cena fue una delicia. Altamente recomendable.

.. y nos hacemos buenos propósitos para el nuevo año, y sobretodo pedimos también deseos.

Yo brindaré este año por la paz, que cada vez nos hace más falta. Y para todos pediré mucha suerte y que la salud nos deje seguir disfrutando de la vida. Que podamos seguir compartiendo los pequeños placeres de cada día.

                                                                                                                          ** Feliz Feliz 2008**

Restaurante para los amantes de la carne, en la zona de Xúquer. El local y el servicio de mesa, bien, servicio profesional.

Los entrantes son poco elaborados, pero es que allí la gente va a lo que va: a la carne. Tienen un mostrador donde se ven las enormes piezas de carne, que da gloria verlo.

De entrada pedimos un surtido de ibéricos y una ración de queso viejo. Para los dos, **chuletón de buey. **Lo traen a la mesa sobre una plancha de hierro, bien gordito y muy poco hecho, y el camarero en un tris le quita el hueso y lo trincha en trozos grandes, para que cada uno se lo acabe de hacer a su gusto. La carne es excepcional, sabrosísima y tierna como en muy pocos sitios. Es del tipo de carne que hace afición, un diez.

En cuanto al vino, nada que destacar. Carta de vinos, suficiente, y sin ceremonias, sólo descorche.

De postre, no hay que perderse la tarta de chocolate, seguro que era pecado, porque estaba buenísima.

Buena RCP, sobre los 45 eur/pers. En cambio, relación Cantidad-Precio más floja: los ibéricos eran radiografías de ibéricos *y el chuletón no estaba mal para dos, pero nos permitió pedir postre a cada uno. Se podían *estirar un poquito más.

Historiador Claudio Sánchez Albornoz, 7
Valencia
96 369 38 66

Ubicado en una casona de dos plantas en la calle Cuenca, desde fuera uno no se espera un lugar tan acogedor. Las paredes están pintadas con bonitas escenas rurales, así como el comedor está decorado con buen gusto, y en cada mesa hay un búcaro con una rosa fresca.

Sin embargo, las expectativas logradas con una decoración tan cuidada, no se cumplen con la cocina ni el servicio. Los platos resultan poco elaborados y de calidad mediocre, nada de lo que pedimos estuvo mejor que pasable. Ni la tabla de quesos y jamón, ni la ensalada, ni el chuletón de buey, ni el entrecot al vino, **ni el **tiramisú. Todo suficiente, sin ángel. La cubertería y la cristalería, de bar de bocadillos. Las copas de vino, de lo peor. En cuanto al vino, pocas referencias, y servicio del vino inexistente.

El servicio, lento -y eso que éramos tres mesas- y sin formación para su oficio.

Acaban de inaugurar, esperemos que vayan a mejor.

Visitamos el restaurante con gran curiosidad, ya que somos cordobeses y, según la publicidad del restaurante, el dueño, cordobés, ha querido trasladar la gastronomía cordobesa a Valencia. En Córdoba el tapeo es una tradición, hay gran variedad de tapas, riquísimas, los precios son asequibles y sobre todo las raciones son generosas, por eso los cordobeses salen de tapeo casi a diario.

Unos toneles en la acera anuncian la entrada. El local es grande, decorado con alusiones al mundo de la tauromaquia. Estilo bodega, a la entrada hay una barra para tapear de pie, y a continuación un comedor alargado estilo rústico.  El servicio es atento, bastante rápido, pero algo frío. Se permite fumar.

En la carta se ofrecen gran variedad de tapas típicamente de estilo cordobés, de buena calidad y que en Valencia no se encuentran: flamenquines, salmor[]2ejo, gambas blancas de Huelva, pijotas, rosada, o rabo de toro, entre otros. Si tenemos en cuenta que en Valencia escasean los lugares de tapeo, La Goyesca sería un lugar recomendable.

Sin embargo, no tiene comparación con el tapeo de Córdoba en cuanto a precio y cantidad. Las raciones en La Goyesca son la mitad de lo que suele ser habitual en las tabernas de Córdoba, y bastante más caras. La calidad es buena, aunque hay algunas tapas a mejorar, como las berenjenas fritas, que deben estar ‘tiesas‘, crujientes, y aquí estaban blanditas. El flamenquín en La Goyesca, además de ser pequeño, venía solito, pobre flamenquín..

En cuanto a los vinos, pocas referencias y bastante subidos de precio. El vino de la casa 16 euros, pero la gran mayoría superaban los 22 euros.

En definitiva, puede resultar interesante en Valencia por su variedad de tapas, pero resulta algo caro y es menos generoso que las bodegas cordobesas.

Maestro Gozalvo, 25
Valencia
96 395 18 94

Aprovechando un día soleado fantástico para el mes de noviembre, nos hemos acercado a pasear por el Saler. Además, teníamos pendiente volver para probar el arroz meloso de bogavante. Sabrosísimo, para repetir.

De entradas, puntilla y fritura de salmonetes, **muy buenos. En cuanto al vino, Robert nos ha recomendado **Nodus, un valenciano de Utiel-Requena reserva 2002. Nos ha gustado, un tinto suave y de buena RCP. Buen coperío.

De nuevo un esmerado servicio y muy buena RCP. Sin duda, volveremos. Habrá que probar esa paella de pato y boletus.. 

A pocos km de Teruel, por la salida de la Puebla de Valverde, nos adentramos en el corazón de la sierra de Javalambre, hasta Camarena de la Sierra. Desde allí, a unos 3 km encontramos El Ramblar, 30 cabañas de madera donde poder alojarse y realizar gran variedad de actividades, disfrutando de uno de los entornos más bellos de la comarca Gúdar-Javalambre en Teruel.

Sólo por comer en el restaurante El Ramblar, ya merece visitarse. Además de una zona más informal donde poder comer de menú, encontramos un acogedor restaurante con chimenea, donde degustar cocina creativa. En contra de nuestra costumbre, optamos por tomar el menú degustación (30 euros), ya que venimos de lejos y queremos conocer la oferta del restaurante.

El menú consiste en 2 entrantes, un pescado, carne y postre. En el vino nos dejamos aconsejar por Nuria, que nos trató encantadoramente toda la comida. Tomamos un Ventus, del Bajo Aragón, un vino recomendable de la zona. Nos ofrecieron diversos tipos de pan a lo largo de la comida, -de semillas de amapola, de nueces, ..-, calentitos, una delicia. Tanto los entrantes como la ventresca de atún, riquísimos, un disfrute para el paladar y para la vista. El trozo de chuletón, de un tamaño comedido, afortunadamente nos permitió llegar a los postres, unas delicias de chocolate caramelizado, brownie y helado.

Una experiencia gastronómica, hasta el último detalle, con un precio ajustado para la calidad y al esmerado servicio que dispensan Nuria y los suyos. Muy recomendable.

Desde hace muchos años es un afamado sitio de comidas para llevar en la c/Ángel Guimerá nº 61, y desde hace menos ha ampliado su espacio, ofreciendo también restaurante. Siempre muy concurrido, es preciso reservar con antelación, incluso entre semana, para cenar o para comer, y en ocasiones tener paciencia, cuando el servicio va un poco lento.

Su éxito radica en ofrecer variedad de tapas y platos siempre de buena calidad a buenos precios. Me gustan especialmente la ensalada tibia de frutos del mar, original y muy bien aderezada, y su arroz meloso de boletus y chipirones.  

Hay que decir que Rausell es un restaurante para fumadores. No hay zona para los que no lo son, y el ambiente suele estar bastante cargadito de humo, lo cual puede resultar desagradable y le invita a uno a no prolongar la sobremesa. Una pena, porque sirven unos gin-tonics bastante buenos.

Tlf: 96 384 31 93

Movidos por los buenos comentarios leídos acerca de este restaurante, nos animamos a acercarnos hasta el Saler un domingo a mediodía. Fácil de encontrar en un pueblecito tan pequeño, en la c/Anguilera nº 7, acudimos previa reserva al tlfno 96.183.01.63.

Local clásico, buen aspecto, y espacio entre las mesas. Sobre la mesa, unas almendritas y una salsera con 3 salsas bien buenas: de tomate, alioli y pasta de aceitunas negras, para el pan. De entrantes pedimos puntilla **y esgarraet,** muy buenos. De entre las sugerencias, probamos también los mejillones rellenos de pescado y marisco, receta casera, deliciosos. Como principal, una paella de marisco, muy finita, en su punto, de las más sabrosas que hemos comido.

La carta de vinos contiene bastantes referencias. Curiosamente, los valencianos más conocidos (Maduressa, Les Alcuses, Mestizaje..) están un poquito subidos de precio. Tomamos un Hoya de Cadenas reserva 2002, muy buena RCP.

De postre, crêpes de chocolate y nata, riquísimos, entre otras muchas opciones igualmente caseras.

El precio, muy ajustado a la calidad que ofrecen, en torno a 40 euros/pers. Nos pudo salir más barato, ya que olvidaron incluir el vino en la cuenta, pero dado que ya nos habían conquistado con su buen hacer, se lo hicimos notar, y Rober, muy simpático y con ganas de agradar, nos invitó a unos chupitos estupendos.

Sin duda, volveremos para probar su célebre arroz caldoso con bogavante.

[]1

Bonito nombre para un bonito restaurante de tapeo en Blanquerías, 12, junto a las Torres de Serrano. El local es moderno, decorado estilo pop, y el ambiente resulta agradable incluso estando lleno, hay suficiente espacio entre las mesas. Se permite fumar.

La carta es larga, tienen mucha variedad de tapas, no sólo clásicas, también tapas creativas, fritura andaluza, cazuelitas, y sorprendentemente incluso varios arroces. Quisimos probarlo casi todo, y aún así no encuentro nada que criticar. Las sugerencias eran lasaña con boletus y foie, y cazón en adobo, muy buenos. El jamón ibérico y el queso curado de cabra, espectaculares. El calamar plancha con cebolla caramelizada, bueno. La berenjena crujiente con miel, muy rica, como en Andalucía. Estupendos también la cazuelita de patatas con huevos y chistorra y el solomillo con salsa de setas.

Buen coperío y variedad de vinos. El vino a buena temperatura. Sin ceremonias.

Buena RCP, desde 35 eur/persona, si eres capaz de no pedir más de la cuenta. Nosotros nos pasamos de largo con la celebración del cumple de mi cuñada. Mamen: buena elección, recomendable

Blanquerías, 12
Valencia
96 391 11 06

Cervecería muy frecuentada en Madrid para tomarse unas cañas o vinos y unas tapas estupendas a pie de barra. El local no es muy grande, pero tiene buen aspecto, es luminoso y limpio. Se distribuye a lo largo de la barra de mármol, visible a través de las enormes cristaleras exteriores. La especialidad son las gambas, percebes, ostras, centollos, etc, traídos de Cambados dos o tres veces a la semana. También hacen unos canapés muy ricos de anchoas, de ahumados o de ibéricos, así como otras delicias en conserva, todo de primera calidad. El servicio es atento y rápido, y a pesar de estar concurrido, estar a pie de barra hace que el personal no se demore y se vaya renovando.

La calle Ponzano es lugar de culto para la clientela de Fide, que se acerca a a tomar buen marisquito, o a tomarse unas tapas y unas cañas antes de cenar.

Precio del marisco: 30 euros / cuarto de kilo. Recomendable.

Paulino es una casa de comidas familiar de larga tradición en Madrid que se ha renovado para adaptarse a los gustos modernos. Se encuentra en Alonso Cano nº 3ibles. Suele estar muy concurrido, por lo que hay que reservar con antelación y elegir turno. Se recomienda pedir el 2º turno – las 11 – si se quiere cenar más relajado.

Nos habían recomendado las especialidades, como la escalibada al horno con queso de cabra, y el solomillo al vino tinto y foie. La escalibada nos gustó. El solomillo era []1mejorable y la salsa al vino tinto resultaba fuertecita. También tienen pescado y postres caseros.

Precio asequible, en torno a 30 eur /pers. Recomendable.

Salimos a cenar con unos amigos, y esta vez nos apetece volver a un restaurante al que solemos ir al menos una vez al año y que no defrauda.

Se encuentra próximo a La Fe, junto a la Av Burjassot. El local es bonito y el servicio, amable, te va recitando la larga lista de posibilidades del día. De entrada tomamos un estupendo calamar a la plancha con piñones, unos hojaldres -especialidad de la casa- rellenos de patata y bacalao con una salsita dulce, muy ricos, y unas cigalitas salteadas con jamón y espárragos, un poquito demasiado hechas. Para continuar, rodaballo, chuletitas de cordero y solomillo, todo muy bueno.

Tienen una buena carta de vinos a precios razonables. Para no fallar, tomamos Maduressa. Nos lo decantan, sin más ceremonia.

El **precio, un poquito elevado **en algunos platos en particular: un surtido de postres para tres, 31 euros    el calamar plancha, 23 euros; 4 rodajas de pan de hogaza, 6 euros. Precio medio final 60 eur/persona, tomando cervezas, 2 botellas de vino (26 eur/bot) y cafés.

La Bodeguita de María es una buena opción porque mantiene la calidad y variedad de sus productos, sin altibajos. Recomendable.

Vuelvo impresionada de mi primera estancia en la Rep.Dominicana, no ya sólo por sus preciosas playas, sino por lo espectacular de este Resort. De una belleza arquitectónica que no tiene comparación con ningún otro en Punta Cana -me atrevería a decir que sus exteriores superan al mejor Parador de España-, ya desde el lobby (el hall) se divisa a través de las imponentes columnatas el azul maravilloso del mar. Todo es exquisito en este hotel, desde la decoración, hasta el último rincón de los jardines. La configuración de los espacios es tal que las distancias entre las habitaciones y todos los servicios que ofrece el Resort son cómodas, y caminar por los jardines es un auténtico placer para la vista. Las piscinas, enormes, con 3 jacuzzis dentro y camas para tumbarse dentro del agua. Fuera de la piscina, cantidad de camas balinesas, tumbonas y parasoles de palmera. Las toallas las proporciona también el hotel.

Para mí, que temía aburrirme de tanta playa y piscina, ha sido sorprendente comprobar que de una estancia de 12 días, sólo un par de días han sido de completo relax. Las posibilidades de actividades diurnas son tantas, que nadie se puede aburrir. Rutas en quads, a caballo, en segway, lanchas motoras para dos personas, buceo, catamarán, canoas, patines de agua, excursiones en barco, golf, tenis, paddle, SPA, etc. Además, nada más llegar ponen a tu disposición un calendario con las actividades que el hotel tiene programadas durante la semana, en horario de 9 a 17 hrs: pilates, yoga, body balance, clases de tenis, torneos de fútbol, spinning, rutas en bici, clases de baile, talleres de masaje, pintura, cocktelería, sushi, cata de vinos, y otros. Excepto las actividades a motor y el SPA, todas las demás incluidas sin coste adicional.

Cada mañana encuentras sobre la mesa de desayuno un programa con el espectáculo en vivo que se ofrece a partir de las 19:30, algunos de ellos cena-espectáculo: circo, magia, baile de salón, fiesta dominicana, remember de los 80, y otros. Además, casino, discoteca o diferentes ambientes donde tomarse una copa tranquilamente disfrutando de la música, como el Gabi Beach, club de playa con bar y animación en ambiente chill-out. A la música le pondría un 10, para mi gusto. Desde luego había música latina, pero sobretodo éxitos de todos los tiempos, y nunca escuchamos repetirse ninguna canción, apesar de estar todo el tiempo sonando en la piscina y por los jardines -donde la música te envuelve desde los altavoces, camuflados como piedras del camino-.

¿Y comer, qué? El desayuno y la comida son tipo buffet, eso sí, muy completos. Para cenar dispones de 4 restaurantes a la carta, de los que costaría unos 60 euros/persona en España, todos ellos elegantes: el Vento, de cocina mediterránea -el que más nos gustó-, el Passion, restaurante romántico sólo para adultos, el Bana, con 3 experiencias en un sólo restaurante: sushi bar, fusión asiática y tepanyaki, y por último el Market Grill, tipo barbacoa donde saborear langosta o New York steak con vista a la playa. Este último además no cierra durante la noche, para aquellos que desean tomar algo a horas intempestivas o hacérselo servir en la habitación. Para cenar en estos restaurantes hay que hacer una reserva previa, desde luego todo está incluido en ellos, hasta las copas, y nunca tuvimos ningún problema para hacer la reserva donde deseamos, a pesar de estar a mitad de agosto. Si se busca un hotel no masificado, éste es ideal. A veces tuvimos que esperar a que prepararan nuestra mesa, pero a la entrada de cada restaurante hay una barra donde tomarse algún cocktail durante la espera.

¿Y qué decir de las bebidas? Magníficas y a todas horas: desde los combinados de frutas con o sin alcohol en el chiringuito de la piscina, hasta cualquier bebida deseada, todas primeras marcas internacionales, en el lobby o en el jardín central del hotel, en el Gabi Beach o en los restaurantes. Eso sí, más difícil fue encontrar un buen vino durante la cena, al final encontramos un vino chileno que no estaba mal y siempre pedimos el mismo.

[][5]Por último, la habitación: 45 m2, jacuzzi doble en el baño, ducha hidromasaje, aire acond. silencioso, cama de 2×2 ms con dosel, TV plasma de 27″, caja fuerte, saloncito y balcón. Internet gratis en el lobby (wireless) y por un precio adicional internet en la habitación (con cable).

En cuanto al servicio, se percibe una cuidada organización preparada para ofrecer una esmerada atención en todo momento, y el personal que se esfuerza por merecer algún dólar extra, tratando de agradar con detalles, como tenerte preparado un baño de espuma con pétalos, por sorpresa.

Paradisus Palma Real es el Resort más caro, pero definitivamente no hay duda de que es el mejor, y ya que va uno tan lejos, la experiencia bien vale la pena.

En una ubicación poco común para un restaurante de esta categoría, en la calle Séneca 12, esquina Yecla, se encuentra este fantástico restaurante. Su cocina es un deleite para los sentidos, no sólo para el gusto y la vista -yo le hubiera hecho una foto a cada plato-, sino también para el olfato: ¡nunca me había maravillado el aroma de un plato frío como allí!

La cena consistió en 2 aperitivos, 2 entrantes, pescado, sorbete de gin-tonic bueníiisimo, carne y postres deliciosos. Así es como funciona La salita, sirve un menú largo que va variando cada 15 días. Aún siendo cocina de autor, nadie sale con hambre, os lo garantizo. Los *hombres de negro* son muy agradables y te van describiendo plato a plato. La cristalería y la vajilla van en consonancia con la calidad del restaurante. El sumiller hace en la mesa el ritual de envinar las copas y generalmente decanta el vino.

El precio, ajustado a la calidad del servicio, en torno a 50 euros /persona. Ninguna de las bebidas está incluida -la copita de vino dulce a 4 €-, a tener en cuenta si queréis contener el precio.

Para disfrutar de una cena especial, enamorar a tu pareja o sorprender a tus amigos, éste es el lugar ideal.

 Tlf: 96 381 75 16

Este restaurante italiano está en Valencia, en la zona de Abastos, bien situado para tomarse la primera copa por la zona. Además, entre plato y plato si fumas puedes ir haciendo amigos, ya que dentro no se permite fumar, y en la puerta hay un ambientazo de gente echando el cigarrito.

El local, remodelado hace algo más de un año, está bien, aunque para lo grande que es, las mesas están a una distancia que invita a compartir con el de la mesa de al lado, o a copiarte de lo que están pidiendo.

Lo más característico de este italiano es que todos los platos son a lo grande, como dice mi amigo Óscar, ‘hasta la carta es enorme!’ Tienen de todo, mucha variedad.

Las ensaladas son verdaderas montañas, muy variadas y ricas, pero es más fácil escalarlas que acabar con ellas: ¡pedimos una para 7 y sobró!

La pasta en general está buena, lo más flojo es la lasaña: es un ladrillo, tanto por el tamaño como el sabor, no tenía mucha gracia ni la de boloñesa ni la de 2 salmones.

El precio, asequible, en torno a los 20 euros /persona.
Si comes más que la orilla del río, Pizza Roma no te sabrá a poco.

Alberique, 43
Valencia
96 385 65 72

Es viernes, esta mañana he pasado un examen decisivo y le he dicho a mi chico ‘anda, vámonos a comer por ahí, celebremos por fin las vacaciones’. He cogido mi lista de sitios pendientes de probar, y me he decidido por el ‘nonno, momentos gustosos’ mm..   sugerente, eh? Me habían dicho ‘es bonito, se come bien y está bien de precio’. Bueno, pues no arriesgábamos mucho, así que he llamado a eso de las 13:15 para ver si había que reservar para dos, y me han dicho que no, que no habría problema. Lo hemos encontrado enseguida, está cerca del cruce de Peris y Valero con Antiguo Reino de Valencia, en la calle Císcar, 56. En un primer momento, hemos pasado por delante y no lo hemos visto, la verdad es que la fachada no anuncia el interior.

El interior es un comedor como para 50 personas, decorado en un estilo bastante actual, ambiente chill-out, la música también, bola de discoteca en el techo, vajilla de diseño moderno, los bajoplatos son como las alfombrillas de los ratones. La carta es sólo una lista de ésas como de una heladería, y ofrece ensaladas, ‘enrollados‘, y no más de 10 platos de todo tipo: pasta, pescado, verduras y carne. También había la posibilidad de elegir 2 menús, uno de 12 y otro de 16 euros, ambos de 2 platos, postre y café.

Mientras decidíamos, hemos pedido unas cervezas y nos han traído también unas papas, un detalle. Dado que era la primera vez que íbamos, decidimos pedir a la carta para probar más cosas. Hemos pedido para compartir la ‘ensalada fresca a la vinagreta de miel’ y un ‘enrollado de jamón, patatas, nueces y camembert’. Después, un plato para cada uno: mi chico unos ‘tagliatele al salmón y no-recuerdo-qué’ y yo unos ‘saquitos de tempura de verduras y gambas’.

Hemos tenido que esperar un poquito más, y el chico que nos servía, simpático y con ganas de agradar, nos ha traído otro bol con papas. Enseguida nos ha traído ya la ensalada. De los vinos no puedo decir, porque hoy sólo hemos tomado cervezas.

La ensalada, buenísima; el enrollado, también. La presentación de los platos, estupenda, de cocina creativa. Sin embargo, algún plato desportillado desmejoraba la impresión. Cuando hemos llegado a los segundos platos, ya no teníamos mucha hambre, pero aún así no nos hemos rendido. Mi plato me ha encantado: eran 3 saquitos de pasta fina y crujiente rellenos de espárragos, queso y gambas, sobre todo, y en el centro del plato unos canónigos aderezados con una vinagreta. A mi chico, que tiene buen saque, también le ha gustado su pasta, y aunque no parecía que había tanto, era una fuente mágica: el pobre no paraba de comer y aquello no se terminaba! Finalmente, hemos querido dejar un hueco para probar algún postre, y el camarero, simpáticamente, nos ha hecho notar, señalando los platos ‘*eeso no se haace..*’

De postre hemos tomado un ‘mousse blandito de chocolate negro’ (también lo había blanco), estaba muy rico y acompañaba el plato una mermelada de frutos rojos con trocitos.

La cuenta viene en un estuche original, que no voy a desvelar para dejar alguna sorpresa, pero no hay que preocuparse por el precio, asequible: 2 cañas, 3 tercios, 4 platos, 1 postre y 1 café, 49 euros.

Servicio amable, local moderno, cocina creativa y abundante, y precio asequible, hacen justicia a su slogan: ‘momentos gustosos’. Muy recomendable, ciertamente, uno de esos sitios que merece probarse.

Tlf: 96 325 09 49

Animada por quienes dicen que tengo buen ojo a la hora de elegir sitios donde cenar / comer, me decido a compartir las impresiones que vayamos teniendo cuando visitemos nuevos sitios. Solemos probar sitios en base a buenas referencias a través de internet o de amigos. Con estas garantías, uno sabe más o menos a lo que va y es más fácil salir complacido.