Restaurante de cocina creativa. El local, el mobiliario y el servicio de mesa, de diseño, muy actual.
Dado que los precios de la carta son subiditos, elegimos para cenar la ‘carta a precio cerrado’, que consiste en elegir 2 platos y un postre de entre un buen número de los platos que componen toda la carta, por 35 euros + IVA + bebida.
De primeros, canelón de pularda con salsa de hongos y láminas de foie y **chipirones plancha con guiso de morro, **muy buenos.
De segundos, **Entrecot de buey con patata rota al romero **y **presa ibérica con jugo de trufas y salteado de verduras, **también buenos.
De postre, **Chocolates, **un surtido pequeño y mejorable, y **brownie de café, naranja, curry y crema de chocolate blanco, **bueno, aunque escaso.
Antes y después de la cena nos trajeron una bandejita con 4 delicatessen para cada uno, primero de aperitivo, y después para acompañar el café. Un detalle estupendo, salvo que nos cobraron 8 euros adicionales, sin avisar.
Con una botella de tinto roble, al final salimos a 55 eur/ pers. Mucho diseño, pero resulta carito, y a mi parecer tiene aspectos mejorables.
San Ignacio de Loyola, 14
Zaragoza
976 223 903