NOTA (29/07/08): Debido a la actitud amenazante de la que parece ser la dueña o encargada de este restaurante (ver comentarios al final), hemos eliminado la foto de este post. Releyendo la opinión que escribimos resulta inexplicable dicha actitud. No volveremos.
Atractivo restaurante entre Aragón y Cardenal Benlloch. Decoración y diseño actuales: líneas rectas, maderas oscuras, mesas sin mantel (con esas esterillas que cruzan la mesa por el centro, bajo los platos).
De lunes a viernes tienen menú por 17 euros + IVA. Cada día tiene su menú fijo, consistente en primero, segundo y postre, sin posibilidad de elección.
También tienen un menú degustación por unos 40 euros.
Optamos por comer a la carta y empezamos con una de las tapas: pulpo encebollado con habitas, muy bueno.
Después compartimos el tibio de bogavante con pasta y crema de setas, un poquito escaso para dos, pero el bogavante estaba realmente bueno.
De plato principal, elegimos el arroz meloso de carabineros y trigueros, buenísimo.
No tomamos vino, pero pudimos comprobar que la carta contenía interesantes referencias a buen precio, y vimos cómo la sumiller realizaba toda la ceremonia de decantado y envinado de las copas.
El servicio de los camareros, aunque amable, resultó ese día un tanto irregular y algo descoordinado. Como ejemplo, tardaron un cuarto de hora en traernos las primeras cervezas, aunque el local no estaba lleno.
Sin vino, con 4 cervezas y sin postres, salimos a 32 eur/pers. Algunos precios en carta (como los arroces) me parecieron buenos, y otros en comparación un tanto elevados (solomillo 21,50). Buena cocina.